¿Cómo afecta la edad al cicloturista?

Anciano en bicicleta

¡Hola alforjeros! Sabemos de buena tinta que una de las cuestiones que comienza a preocupar a muchos de los cicloturistas llegados a la mediana edad es aquella de cómo va encajando nuestro cuerpo los años en lo que al deporte se refiere y por cuánto tiempo podremos mantener nuestra rutina sobre la bicicleta en un óptimo estado.

Lo cierto es que ya en una ocasión nos hacíamos eco de la cantidad ingente de personas que sigue disfrutando de nuestra actividad favorita en la tercera edad. Ello no quiere decir que la edad no afecte de algún modo a nuestro rendimiento, pero sin duda los años no tienen por qué apartarnos sistemáticamente de la carretera.

Los efectos de cumplir años

Es obvio que a medida que avanza la edad se han de dar algunas alteraciones innegables en nuestro organismo. Las pulsaciones máximas se reducen progresivamente a la par que envejecemos, independientemente de si hacemos ejercicio o no. Esta cuestión afecta de forma considerable en lo que se refiere a nuestra explosividad y al realizar esfuerzos de alta intensidad.

Es indudable que en una persona de mediana edad en adelante, con la misma carga de entrenamientos que alguien de 20 años, la fatiga será mucho mayor durante un ejercicio de aceleración que exija subir al máximo las pulsaciones que en el caso del ciclista joven. Dicho de otro modo, la capacidad aeróbica y nuestro VO2 max se verá reducido.

Otra de las consecuencias de la edad es la pérdida de masa muscular. Una persona sedentaria puede perder hasta un 8% de masa muscular por década a partir de los 40 años y hasta un 15% a partir de los 70. Eso sí, el deporte puede paliar este tipo de pérdida de músculo de forma muy importante o casi por completo.

Según algunos estudios llevados a cabo utilizando resonancias magnéticas, un individuo de edad media-avanzada que mantiene una base eficiente de entrenamientos, apenas sufre disminución ni aumento de su masa muscular. Eso sin mencionar que un buen entrenamiento de bicicleta contribuye a mantener el porcentaje de grasa notablemente bajo.

En lo que se refiere a los huesos, la edad aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis y el ejercicio contribuye a reducir dicho riesgo. Hay que decir que el mejor entrenamiento para evitar esta enfermedad son los ejercicios de impacto como el running, las pesas, los saltos y otros similares.

La bicicleta no es un ejercicio que se englobe en esta categoría sino más bien en resistencia, por lo que es recomendable combinarla con lo anterior para no aumentar el riesgo de sufrir dicha enfermedad.

Otro hándicap al que se enfrenta el cicloturista en su madurez es a experimentar una recuperación más lenta que en la juventud. A partir de los 45-50 años es conveniente diseñar un buen plan de entrenamientos que combine jornadas de alta intensidad con días de descanso o rutas sencillas.

Si el descanso ya es importante en el plan de entrenamiento a cualquier edad, todavía lo es más cuando vamos entrando en años.

Pero nada de todo esto tiene por qué amedrentarte al ir cumpliendo años, sino que es un motivo más para prestar una mayor atención a la preparación. Está claro que manejar de modo eficiente nuestras actividades, tanto en la carretera como fuera de ella, prolonga nuestra longevidad sobre la bicicleta.

Actualmente y gracias a nuevos conocimientos y al cuidado de la salud, la edad ya no es un gran hándicap ni para un ciclista profesional. Basta echar un vistazo a las noticias deportivas para comprobar como Chris Froome aparece una temporada más como máximo aspirante en las cuotas a ganar su 5º Tour y a sus 33 años se muestra convencido de seguir hasta los 38.

Y si un veterano ciclista como él sigue siendo el más serio aspirante a ganar nada menos que un Tour de Francia, ¿quién puede tener miedo a subirse a su montura para disfrutar de unos kilómetros de paseo?

Consejos para un cicloturista veterano

El primer y fundamental consejo es el que se le podría dar a cualquiera. Trata de llevar una vida sana y alejada de los excesos, procurándote una alimentación correcta, baja en grasas y rica en frutas y pescado, por ejemplo.

constante en tu rutina de entrenamientos sin aparcar la bicicleta por períodos prolongados y cuando salgas a pedalear esfuérzate de verdad.

Y por último, y en la medida de lo que puedas, compagina tu afición con otro tipo de ejercicios que te aporten lo que no te da la bici.

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Hasta aquí este post sobre cicloturismo senior. Espero que te haya gustado. Si quieres dejar tu opinión puedes hacerlo en los comentarios. Nos vemos en los caminos.

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