Es ya sabido que debido a la pandemia ha aumentado la afición no solo por el cicloturismo, sino por el ciclismo en general, ya sea rural o urbano, dadas las ganas (a veces necesidad) de practicar actividades al aire libre. Además, con la vacunación masiva y la relajación de restricciones, se nos abre otro apetito bastante común: el de viajar.
Los viajes internacionales se ven todavía como algo complejo pues sigue habiendo restricciones y estas varían según el país. Sin embargo, viajar por casi toda España en tu bici, o con ella a cuestas, ya es una realidad.
Una buena forma de practicar este híbrido de viajar sobre tus dos ruedas y combinarlo con otros transportes, es hacerlo en los trenes de alta velocidad AVE.
La ventaja del AVE es que conecta de forma cómoda y rápida (aunque de momento de un modo bastante centralizado en Madrid) ciudades como Barcelona, Zaragoza y Sevilla, tres de los mejores enclaves urbanos para montar en bici.
Sin llegar a ser Copenhague, Sevilla está considerada como una de las mejores ciudades españolas para circular a pedales, con una ratio de 15km de carril bici por cada 100km de vía pública, ratio que comparte con Barcelona.
Ahora bien, hay que tener en cuenta una serie de factores a la hora de viajar en AVE con tu bicicleta. La principal ventaja es que transportar tu bici es gratuito (una por persona), y no ponen inconvenientes siempre que cumplas una serie de condiciones.
Para empezar, se exige que la bicicleta vaya plegada o desmontada, con los pedales también desmontados y el manillar girado. Tiene que ir dentro de una funda que si no llega a los 180 cm en suma se cuenta como equipaje de mano, mientras que si supera los 180 cm ya se considera equipaje especial y en ese caso las dimensiones máximas son 120x90x40 cm.
En cuanto al tipo de funda, la recomendación más extendida por los viajeros es usar fundas sencillas y ligeras de tela, que no suelen superar los 20 euros y las puedes llevar siempre encima dobladas por si se da el caso, apenas te ocupará espacio en las alforjas.
Si no tienes una funda “oficial”, aquí van unos ejemplos de apaños caseros según la experiencia de ciclistas usuarios de AVE, que cuidado, no siempre funcionan. Forrar la bicicleta con plástico tipo film se considera embalaje (no funda) pero podría pasar dependiendo del revisor.
Hay quien la ha pasado metida en una bolsa de basura, por ejemplo, pero en este caso también depende un poco de la perspectiva del empleado de turno. Por eso en cualquier caso se aconseja llegar con tiempo a la estación, tanto para comprobar la validez de la funda como para poder desmontar la bicicleta, pues normalmente habrá que pasarla ya desmontada por un scanner antes de bajar al andén.
Tanto si decides viajar con tu propia bici como si prefieres alquilar en destinos, en buscadores como Omio puedes comparar horarios y precios, así como reservar y comprar billetes de AVE.
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Recuerda que con cuanta mayor antelación reserves más barato te saldrá el billete, y además tendrás más tiempo para prepararte, adelantándote en trámites como conseguir una funda adecuada para la bici, o contactar con Renfe en caso de que tengas alguna duda al respecto.
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