Entrenar con pulsómetro en ciclismo

Entrenar con pulsometro

Hace poco, revisando los últimos modelos de GPS para ciclismo, me di cuenta que la mayoría de los modelos se decantan (cada vez más) hacia un dispositivo más de entrenamiento que de orientación.

Es una tendencia que vengo observando en los últimos años. Cada vez podemos monitorizar más aspectos del desempeño físico que realizamos sobre la bicicleta y uno de los más importantes es el ritmo cardiaco, es decir, las pulsaciones.

Los pulsómetros para ciclismo son de este modo uno de los elementos fundamentales a la hora de entrenar, pero también en otros casos, como por ejemplo personas que padecen del corazón y no quieren realizar grandes esfuerzos.

Así que en este post vamos a ver una serie de ventajas de usar un pulsómetro en nuestras salidas en bicicleta.

Ventajas del pulsómetro en la bicicleta

1. Cuida tu corazón

Empezamos desmintiendo el mito que los pulsómetros son solo para entrenamientos profesionales o de alto nivel.

Hace poco nos escribía un alforjero que nos comentaba que había sufrido dos infartos de miocardio, pero que su afición por la bicicleta era lo que más feliz le hacía del mundo.

De este modo, y con un adecuado asesoramiento médico, había vuelto a montar en bici. Eso sí, de forma muy tranquila y siempre acompañado por un pulsómetro para no entrar en zonas de riesgo.

2. Personaliza y diseña tus entrenos

Si vas a seguir un entrenamiento más pautado que simplemente salidas a rodar, un pulsómetro te va a permitir fijar las zonas de frecuencia cardíacas de forma más precisa.

Primero tendrás que realizar una prueba de esfuerzo para conocer cuáles son tus valores de referencia y así poder moverte en los distintos umbrales de entrenamiento.

Esto te dará una información totalmente personalizada que te permitirá adaptar el entrenamiento a tus capacidades físicas.

3. Avanza más rápido

Siguiendo con el punto anterior, tener un conocimiento mayor de nuestro estado físico y la capacidad de personalizar el entrenamiento te va a permitir llegar mucho más rápido a tus objetivos de mejora.

Esto se produce gracias a que con el pulsómetro podrás optimizar al máximo cada salida y no desperdiciar días de entrenamiento en los que a veces, por salir sin un objetivo en mente, no conseguimos mejoras o incluso empeoramos.

4. Salir solo no será más un problema (para algunos)

Hay un perfil de ciclista bastante habitual que solo es capaz de exprimirse cuando sale a rodar en grupo o en pareja. Esto se debe a que es mucho más fácil motivarse y medirse cuando rodamos en compañía.

Aunque el pulsómetro no te va dar conversación o quitarte el viento de cara, puede ser un perfecto motivador para mantener la intensidad y no caer en ritmos demasiado cómodos cuando vamos solos, o incluso para no pasarnos de revoluciones.

5. No hay nada más objetivo

Por último, las pulsaciones son el parámetro más objetivo de nuestro rendimiento y desempeño físico.

Los tiempos están bien, pero dependen de muchos factores externos. Sin embargo, el ritmo cardiaco es el fiel reflejo de nuestro estado de forma.

Además, con el tiempo, irás viendo como mejoras de forma evidente, porque más allá de sensaciones físicas tendrás un dato objetivo que dará fe de ello.

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Hasta aquí este post sobre las ventajas de llevar pulsómetro en nuestros entrenamientos ciclistas. Si quieres aportar algo al tema puedes dejarnos un comentario a continuación. Nos vemos en los caminos.

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