¡Muy buenas alforjero/a! Las Ardenas es una zona de colinas al sur de Bélgica. Es tristemente famosa por la batalla que se libró en estas tierras en los últimos meses de la 2ª Guerra Mundial. Fue la última contraofensiva nazi y tenía como objetivo recuperar el estratégico puerto de Amberes.
Al ser una zona de densos bosques, valles profundos y relativamente montañosa, el ejército aliado pensó que sería el último lugar por el que Hitler trataría de contratacar… pero se equivocaron.
A parte de eso, es una región muy verde y frondosa, fantástica para el cicloturismo, lo que la convierten en mi parte favorita de Bélgica.
Por cierto, si quieres hacer un viaje en bici organizado por esta zona, ponte en contacto con nosotros, conocemos algunas empresas que se dedican a ello.
Llevaba bastante tiempo con ganas de hacer una ruta de dos días por esta región y empecé a investigar las mejores opciones.
Quería ir a alguna zona que todavía no hubiera explorado, ya había recorrido las Ardenas en varias ocasiones por su parte belga pero aún me quedaba la zona francesa y hacia allá fuimos.
Al noreste del país galo la frontera dibuja un saliente, una lengua de terreno que trepa hacia el norte introduciéndose en territorio belga. Se trata del valle del Mosa, un río que, además de por su belleza, destaca por ser testigo de las más grandes contiendas europeas a lo largo de la historia. Hoy esta región es un espacio natural protegido, el Parc Naturel regional des Ardennes.
La Transardenas en bicicleta
La ruta que elegí fue la Voie Verte Transardennais, una vía verde que discurre paralela al rio Mosa desde Givet a Mouzon. Unos 130 km de valles serpenteantes entre frondosos bosques bajo la constante mirada del río Mosa. A continuación puedes ver y descargar el track de la ruta que hicimos Valle y yo.
Puedes descargar el track en este enlace.
Nuestro viaje arranca en Givet, una pequeña ciudad medieval repleta de historia justo en la frontera francobelga. Para llegar hasta allí cogimos un tren en Gante y montamos nuestras bicicletas.
En Bélgica puedes llevar tu bicicleta en el tren sin problemas, siempre que pagues un suplemento de 5€. Las bicicletas plegables viajan gratis. En Francia en cambio, en los trenes de media distancia no pagas nada por la bici. Nos bajamos y a los pocos minutos empezamos a pedalear.
Una vez sobre el trazado de la Trans-Ardennes lo primero que llama la atención es el rio, sobre todo su anchura. Parece una gran balsa de agua que no corre ni para un lado ni para el otro, por lo que hay que fijarse bien para darse cuenta de que vamos a contracorriente, aunque la pendiente no se nota nada.
Continuamos por el pequeño pueblo de Chooz, a lo lejos a nuestra izquierda vemos las dos grandes chimeneas de la central nuclear en pleno parque natural. La ruta continúa cruzando cada cierta distancia a un lado o a otro del Mosa pero siempre pegado a su orilla.
Las montañas nos rodean en todo momento. Nos cruzamos con bastantes cicloturistas, algunos con alforjas y otros con bicicletas de alquiler, las cuales se consiguen fácilmente en casi cualquiera de las poblaciones que atraviesa la vía verde.
A lo largo del recorrido hay varios campings, prácticamente cada pueblo tiene el suyo lo cual da bastante libertad a la hora de planificar las etapas ya que te permite parar casi cuando quieras. En nuestro caso llegamos hasta Monthermé, donde el río forma un gran meandro que abraza al pueblo.
El camping está justo en la orilla del rio y no es más que un pequeño terreno delimitado por una valla, un pequeño edificio de baños y una diminuta cabaña a modo de recepción. Dos personas y una tienda: 10€. Nos pareció muy barato.
En el camping lo que más abundan son las Auto-caravanas, sobre todo con matrícula holandesa, esta zona de Francia debe ser un destino típico de este tipo de vehículos ya que hay zonas habilitadas para ellos por todos lados. También había cicloturistas alemanes, holandeses e ingleses, todos con unos pedazos de equipos y bicicletas, no les faltaba de nada.
Montamos la tienda junto al río y tras una ducha y una merecida cena nos fuimos a dormir. Nada más entrar en la tienda estalló una tormenta eléctrica y no paró de llover en toda la noche, afortunadamente la tienda no caló y despertamos secos.
Al día siguiente apenas tuvimos que recorrer 20 km para llegar al fin de nuestra ruta en Charleville-Mezieres por lo que aprovechamos que teníamos tiempo para subir al mirador de La Longue Roche y así tener otra perspectiva diferente del valle del Mosa. Después de una dura subida de unos 3 kilómetros llegamos al mirador, las vistas son espectaculares.
Bajamos a toda velocidad para volver a enganchar la vía verde y recorrer los pocos kilómetros que nos separan de Charleville-Mezieres. Nos dio tiempo a dar una vuelta por esta pequeña ciudad francesa antes de coger el tren que nos llevaba de vuelta a Gante.
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Hasta aquí el relato de la Transardenas, una ruta muy bonita y fácil de recorrer, perfecta para hacerla con niños o para los que no le gusten las cuestas. A mi a veces se hacía un poco pesado tanto llano, pero los paisajes son espectaculares y merecen mucho la pena.
Si has llegado hasta el final te mereces un premio y aquí lo tienes: en este enlace podrás descargar una guía PDF de la Voie Verte Trans-Ardennes. Espero que te haya gustado y que te la apuntes en las pendientes. Nos vemos en los caminos.
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