¡Hola alforjero! Como sabes si nos sigues desde hace tiempo, de vez en cuando nos gusta rescatar historias de los pioneros de los viajes en bicicleta. Esta semana volvemos a ellas, nada menos que para conocer el primer intento de rescate de un cicloviajero de la historia. Curioso, ¿verdad? ¡Vamos allá!
Para entender parte de este viaje tenemos que remontarnos a un viaje anterior, el de Frank Lenz, uno de los primeros viajeros en intentar la vuelta al mundo en bicicleta a finales del siglo XIX y el primero en hacerlo hacia el oeste.
Pongámonos en situación: 1892. Un joven Lenz de 25 años, inspirado por Thomas Stevens, comienza su vuelta al mundo. La suerte no está de su parte y va acumulando desgracia tras desgracia hasta que de repente, en 1894, desaparece del mapa en algún lugar de Turquía sin dejar rastro.
Frank Lenz
Pero el viaje que te voy a contar hoy no es el de Frank Lenz, que ya trajimos en este otro post, este viaje comienza con un telegrama de un amigo de Lenz a la embajada de EE.UU en Turquía que decía lo siguiente:
“Si es posible, avíseme si Mr. Lenz ha llegado a su ciudad. Estoy impaciente por saber algo de mi amigo, no he recibido ni una palabra desde que abandonó Bunder Abbas en Persia.”
Si Lenz hubiera sido un americano anónimo la cosa hubiera quedado ahí, pero la diferencia es que desde que comenzó su viaje, lo fue contando a través de la revista Outing mediante cartas periódicas. Para entonces ya se había convertido en una celebridad nacional. La noticia de su desaparición corrió como la pólvora por todo el país.
Había que hacer algo. La revista Outing preparó una expedición de rescate para ir en busca de Lenz, en las quinielas para dirigir está operación destacaba un nombre entre todos los demás: William Sachtleben.
¿Por qué William Sachtleben?
Dos años antes de que Lenz iniciara su viaje, dos estudiantes de periodismo de St. Louis: Thomas Allen y William Sachtleben comenzaban su propio viaje en bicicleta alrededor del mundo con la intención de “poner un broche práctico a una enseñanza teórica” como ellos mismos definieron.
No es casual que el sustrato del viaje estuviera marcado por dos de los inventos más revolucionarios del siglo XIX: la fotografía y la bicicleta. Dos inventos que nunca antes habían sido vistos en la mayoría de lugares por los que pasaron.
Al igual que hizo Thomas Stevens, eligieron la ruta hacia el este a través de Europa. Desde Estambul atravesaron el estrecho del Bósforo para adentrarse en el continente. Ascendieron al monte Ararat, atravesaron Persia hasta Samarkanda y desde aquí se adentraron en la China imperial hasta llegar a Pekín en 1892.
Durante su viaje tomaron más de 2.500 fotografías, muchas de las cuales aún se conservan. Recorrieron cerca de 25 mil kilómetros completando la segunda vuelta al mundo en bicicleta de la que se tiene constancia.
Merece mucho la pena pararse a analizar detenidamente estas fotos. Mira esas bicicletas, con toda seguridad de una sola marcha. Observa el calzado o el poco equipaje que portaban. Es totalmente increíble. Más teniendo en cuenta la calidad de las carreteras de la época o el desconocimiento total del continente asiático.
Su viaje quedó recogido en un libro titulado “Across Asia on a Bicycle” (Atravesando Asía en bicicleta), solo está disponible en inglés y puedes descargarlo completo aquí. O bien adquirirlo en formato papel aquí.
El rescate de Lenz
Pues bien, solo dos años después de que Allen y Sachtleben regresaran victoriosos a EE.UU saltaba la noticia de la desaparición de Lenz en algún punto de Turquía.
Debido al conocimiento de Sachtleben del terreno, la revista Outing le puso a la cabeza de una expedición de rescate. Sin embargo su búsqueda exhaustiva no tuvo éxito. El cuerpo de Lenz nunca apareció ni tampoco su bicicleta.
Todos los indicios apuntaban a que había sido asesinado por tribus locales aunque nunca se supo que sucedió realmente. Esto no frenó a sucesivos exploradores que siguieron la senda de estos aventureros y que seguiremos descubriendo en otros artículos.
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Aquí termina este post con el que hemos querido reconstruir otro trocito más de la historia de los viajes en bicicleta que forjaron estos pioneros. Espero que te haya gustado, te animo a que busques más información sobre el tema, especialmente las fotos, son muy interesantes. Nos vemos en los caminos.
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Increible historia…. eso si que es una aventura
Es impresionante
Excelente reportaje, fueron pioneros en todo, incluido el tan de moda BIKEPACKING, solo hay que ver donde llevaban el equipaje, interior del cuadro y manillar.
Efectivamente Solorincón, una pregunta que me hago mucho es cómo harían para el tema del dinero. ¿Llevarían mucho dinero encima? No creo que por esa época existieran bancos internacionales pero llevar el dinero de toda la ruta encima podría suponer mucho riesgo…